martes, 5 de noviembre de 2013

LA PRINCESA PIENSA.

La princesa piensa. ¿Qué pensará la princesa? No hay suspiros que se escapen de su boca de fresa... porque la princesa piensa. Tiene ganas de recibir una sorpresa.

Deambula por la estancia sin añoranza. Observa sus trofeos. Hoy le resultan feos. Fútiles recuerdos de amores que fingieron ser eternos. En realidad eran apariencia de seres sin conciencia.

Príncipes que decían lo que no hacían, que escribían lo que no sentían. Príncipes que mentían. Que pedían salvación sólo a cambio de su rendición.

La princesa los salvó. A todos. Uno por uno. Del león, de la bruja, del dragón y de la hidra. No se rindió. Y a todos los rechazó. Cansada de seres dependientes que fingen sentir amores ardientes y creen ser valientes.

Así que cogió los trofeos: el de la hidra, el del dragón, el de la bruja y el del león. Abrió la ventana y los lanzó. Luego sonrió. Y se dirigió al salón.

Abrió el periódico y leyó:

Princesa soltera busca príncipe azul que sepa salvarse solito.

El teléfono sonó. Sonriendo respondió...


Publicado en "Más cuentos para sonreír" Editorial Hipálage 2009.
www.hipalage.com

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