martes, 23 de septiembre de 2014

EVAPORADA

Él la oprimió con fuerza entre sus brazos.
Ella, poco a poco, empezó a humedecerse.
Pequeñas gotitas de agua perlaron su piel y empezaron a multiplicarse hasta convertirse en agua.
En el lecho, sólo la huella de humedad quedaba como evidencia de que ella había estado allí.

En otro lugar, un él distinto dormía solo.
Una nube de vapor se deslizó bajo la puerta de la habitación y se instaló junto a él, que despertó al sentir algo mojado.
Con lentitud, el vapor se convirtió en agua y el agua se materializó en una forma de mujer que quedó seca y dormida entre otros brazos.

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