Noche. Silencio. Cojo la túnica, el odre(*) de agua y comida para el camino. Salgo con sigilo al patio. Mis padres están fuera. Sentados en el banco de piedra. La sorpresa me paraliza. Papá se acerca a mí y nos abrazamos. Me inclino para que él pueda besarme la frente. Juntos vamos hacia mamá. Me siento junto a ella. Mirando sus ojos azules, le cojo las manos y se las beso. Veo entereza. Siento su Amor.
- Cuídate, Jesús.
Le sonrío y le hago un guiño.
Después me voy.
Sin mirar atrás.
Amaneciendo.
(*)ODRE. m. Cuero, generalmente de cabra, que, cosido y empegado por todas partes menos por la correspondiente al cuello del animal, sirve para contener líquidos, como agua, vino o aceite.
Publicado en "Cuentos para sonreír" Editorial Hipálage 2009.
www.hipalage.com
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