Estabas hoy en la estación que luce pintada de azul. Mi vagón se detuvo justo frente a ti. Mochila, camiseta blanca y vaqueros. Llevabas gafas de sol y no supe si me mirabas. Podías haber sido cualquiera, pero nadie es como tú. Hay oportunidades que se presentan una vez en la vida -pensé.
Me levanté, cogí mi bolsa de deporte y bajé al andén justo en el último segundo. Habías desaparecido. Cerré los ojos. Los abrí. Otro tren.
En la ventanilla vi mi reflejo: mochila, camiseta blanca y vaqueros. Llevaba gafas de sol y no supe si alguien me miraba.
La puerta se abrió. Tú bajaste. Nos besamos.
En la estación vestida de azul.
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