viernes, 3 de octubre de 2014

CÉSAR VALLEJO

Tal vez sea Patricia Vallejo

y ahora

me esté dando cuenta.

Tal vez no sea yo

sino ella.

Sino él, César.

Hermano de sufrimiento.

Padre de esperanzas.

Hijo de destino incierto.

Tal vez

deba redimir a Paco Yunque.

Y acabar con su sufrimiento

que no es sino el nuestro.

Terrible. Enorme. Inmenso.

Quiero volver la cabeza

y no puedo.

Quiero mirar a otro lado.

Impune.

Me lleva a estar aquí.

Junto a él.

A su lado.

De este lado.

Tan áspero.

Tan incómodo.

Tan cruel.

Tan necesario.

De aquí nace un diario.

Imagine

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